18.1.06

Eufemismos

A uno siempre le ha sorprendido la capacidad del ser humano para cambiar los nombres de algunos objetos o actividades para, digamos, hacer que nos suenen mejor y no nos parezcan tan zafios y vulgares como antes. Es el caso del chismorreo, el cotilleo propio de adolescentes (y no tan adolescentes) en el patio del colegio que critican a diestro y siniestro a sus amigos por sus comportamientos sociales. Pues bien, esto en televisión no se llama así, sino que recibe el digno nombre de "Periodismo de investigación".

Resulta chocante que se pueda considerar investigación al hecho de averiguar quiénes han sido los amantes de tal o cual personaje famoso o si se lleva bien con su ex-mujer, entre otras circunstancias. Quizás tan chocante como el tomarse en serio a los concursantes de cierto programa que no hacen otra cosa en todo el día que estar sentados, hablar de banalidades y criticar a sus compañeros de piso, lo cual recibe eco en casi todos los programas de una cadena cuyo anagrama es una cifra mayor que 4 y menor que 6...

Por el mismo motivo, los comentaristas de esas investigaciones no dudan en llamarse a sí mismos "periodistas", como si el marujeo y el cotilleo fácil fueran asignaturas en las facultades de Periodismo. Y, como no podía ser menos, resulta lógico pensar que aquellos que van por las calles persiguiendo famosos, cámara y micrófono en mano, para preguntarles cosas tan interesantes como si han ido a recoger a sus hijos al colegio o qué tal les ha parecido la fiesta a la que han asistido, se molesten al impedirles algunos famosos airados realizar su labor de "periodismo de investigación". Y, si se les recrimina, responden que están ejerciendo su derecho a informar... sin inmutarse ante la cámara ni sonrrojarse por lo patético de sus quejas.

Cuando pienso en todos estos indeseables que pululan por las televisiones del país, pienso en lo que dijo Antonio Machado: "Mala gente que camina y va apestando la tierra..."

6.1.06

Arte digital (papel no incluido)

Si estás cansado de almacenar revistas y más revistas en las estanterías de tu casa, seguro que te encantará el proyecto de Magwerk, una editorial que edita sus revistas exclusivamente en Internet. Y la verdad es que las revistas son impresionantes: no tienen nada que envidiar a las de papel, con ediciones lujosas que son un excelente ejemplo de lo que se puede hacer con las herramientas adecuadas y un grupo de gente con ánimo de crear algo original.

Puedes elegir entre tres revistas, dedicadas al arte, la música y los videojuegos. Tres propuestas de vanguardia que demuestran que la red de redes puede ser un lugar donde la originalidad y la creatividad se dan la mano.

4.1.06

Malos humos

La nueva Ley Antitabaco en España ha originado un debate nacional sin precedentes. Da la impresión de que el país no tiene ningún otro problema más serio que el discutir sobre qué lugares permiten fumar y cuáles no. Mi sorpresa fue mayúscula al conocer que estaba disponible un teléfono oficial para que los ciudadanos resolvieran sus dudas sobre la polémica ley... Un posible caso de histeria colectiva podría ser el diagnóstico de algún psiquiatra que analizara la situación.
Como no fumador, me molesta que fumen a mi alrededor. Estar sentado en un restaurante, por ejemplo, y que los de la mesa de al lado estén haciendo gala de sus malos humos es una situación incómoda, tan incómoda como si uno pusiera una canción a todo volumen en un lugar público. En ambos casos estás obligado a tragarte lo que no quieres (vía nasal o auricular). Contaminación ambiental vs. Contaminación acústica. Pero contaminación en ambos casos.

Y tampoco estoy de acuerdo con las afirmaciones relativas a la libertad de elección de los fumadores. Por un lado, los que estamos cerca de los fumadores no tenemos la misma libertad a la hora de respirar y tenemos que tragarnos el humo aunque no nos guste. Por otro, el que un fumador reclame su libertad es algo discutible, ya que de todos es sabido que el tabaco crea adicción y que un adicto no es libre de elegir su adicción. Los esclavos del tabaco, al reclamar libertad, lo que hacen en realidad es justificar su adicción a esta sustancia con un argumento que se cae por su propio peso.