En Match Point, Woody Allen se aleja del tono de comedia habitual de sus películas para contar una historia en tono de tragedia, centrada en un triángulo amoroso con consecuencias trágicas para los protagonistas.
Chris, un joven profesor de tenis sin excesivas ambiciones, tiene que decidir entre continuar con su esposa Chloe (encantadora, adorable y fiel pero típicamente burguesa y con la que disfruta de un matrimonio aburrido) y Nola, una aspirante a actriz bella y sensual con la que no duda en complicarse la vida.
Cada una de ellas representa un estilo de vida diferente: Chloe es una mujer fiel, deseosa de tener hijos y fundar una familia y que no duda en ayudar a su futuro marido a ascender puestos en la empresa familiar, mientras que Nola representa la posibilidad de disfrutar de una apasionada relación. Pero llega un momento en el que Chris debe decidir cuál será su futuro, y no duda en elegir mantener su alto nivel de vida con su esposa y conservar un matrimonio aburrido.
Y es que el dinero y el poder corrompen. Chris, que al principio de la película parece el típico "buen chico" incapaz de hacer daño a nadie, no duda en recurrir más adelante a todos los medios posibles para salvar su elevada posición económica. Nola tiene el atractivo de la pasión, de una relación sin complicaciones en la que ambos se dejan llevar y en la que no se piensa en las consecuencias de las acciones... Hasta que ella se queda embarazada y decide fundar una familia, lo cual deja frío a Chris, que sabe que puede tener lo mismo con su mujer actual conservando su alto nivel de vida.
La película también plantea un tema recurrente de Allen: el matrimonio es el mejor antídoto para el amor. Pero, cuando estás rodeado de lujo y un alto nivel de vida, se puede soportar el aburrimiento. Cuando termina la película, nos da la sensación de que Chris no tardará mucho en tener otra amante menos molesta que Nola. Una forma como otra cualquier de combatir el aburrimiento de un perfecto matrimonio burgués...
